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miércoles, 28 de julio de 2010

Secretos Húmedos

Normalmente acompaño a Carlos mi novio de turno, a las reuniones que hay entre sus amigos de trabajo, porque es lo que una novia debe de hacer y no es que siempre hago lo que debo, sólo que ver a Carlos sonreír me hace enormemente feliz. El sábado pasado fuimos a una reunión en casa de Frank, nos retrasamos un poco (por no tener carro propio) cuando llegamos, casi todos los invitados ya estaban ahí.

Entre la sala y la cocina algo me llamo la atención y no es un adorno, una mujer alta, de cabellos negros, de figura muy pronunciada, ese encanto de mujer perfecta.Pregunte curiosamente a mi novio ¿Qué quién era? es Natalí dijo y siguió conversando. Mientras esperaba ansiosamente que Carlos me la presentara, no deje de mirarla, después de tanto esperar, Natalí se acercó a saludarnos y a mí me temblaron las piernas, el estómago se me revolvió, me transpiraron las manos, deje de parpadear por un minuto, empecé a sudar frío, en resumen estaba nerviosa como cuando fue mi primer beso, me la presentó y siguieron conversando, mientras yo pensaba: ¡carambas! Dios existe... y demostró su perfección en ti, eres realmente bella, por dos o tres segundos la imagine desnuda, sí Natalí te he imaginado desnuda muchas veces y desde ese día sigo soñando contigo, en que te beso…y tú me besas, nuestros cuerpos se mueven, te acaricio…me acaricias, nos olvidamos del tiempo, de quien soy yo de quien eres tú, y te amo...tú me amas, y pienso en que todos quieren ir al paraiso que Dios a prometido y yo sólo quiero estar contigo.

viernes, 23 de julio de 2010

Como sí estuviera en casa



Bajé del avión y ese calor infernal que caracteriza las tierras caribeñas me dio la bienvenida. En el taxi ya más calmada con ansias de llegar pensaba en lo muy parecido que es Lima con Santo Domingo, sólo que en santo domingo no sabía adónde llegaría. Me atreví hacer comparaciones mentalmente, con tan sólo tener diez minutos en el país.
Entendía la mitad o casi nada de lo que me decía el conductor, me límite a sonreírle por el retrovisor. Dos horas después, que fue lo que duró mi pequeño tour del aeropuerto a mis nuevos aposentos, bajé del taxi con mis nalgas destrozadas.


Me recibe gente de clase muy sencilla pero muy amable, un olor extraño (esa especie de bofe, o mondongo sancochado) se apodero de mi llegada como para hacerme sentir en casa. Miro extrañamente el lugar, es un patio, donde hay muchas casitas y desde luego muchas familias.


martes, 20 de julio de 2010

Ese YO hablándome otra vez


Últimamente vivo con un hombre al que extrañamente conocí, de manera inesperada llego como quien dice: "hola, aquí estoy"



Como quien no quiere la cosa fui avanzando, hasta que me comprometí y eso no es habitual en mí, es mas recuerdo que cada vez que escuchaba un "te quiero" a los días yo concluía tal relación, es que esa atadura, por así llamarlo me sofocaba, me ponía nerviosa.

Y hasta ahora pienso en esas veces donde uno se levanta sonámbulamente a medianoche y siente algo/alguien a su lado; y abro bien los ojos y veo un hombre... enseguida se me va el sueño pensando como fue que la vida giro tan rápido...pero luego, luego me acurruco y vuelvo a conseguir el sueño tan anhelado ( al que un día debería escribirle un post en veneración de lo bueno y placentero que es dormir).



sábado, 17 de julio de 2010

Email a Andrew

Tal vez ya lo único que queda es decirte adiós, aunque no haya tenido la ocasión de hacerlo mirándote, guardare los mejores momentos y los demás los olvidare.

Hay cosas que creí que no volverían a pasarme. porque creí ya haber aprendido, pero es ahora cuando veo que jamás se termina de aprender y de equivocarse, es mas que cierto decir que de esto no se nada, pues ya veo que uno vuelve a caer una y otra vez en el mismo juego como cuando giras tanto, si no miras algo fijo puedes caerte y si no hay quien te sujete... caerás, quisiera decirte tantas cosas pero preferí dejarte un email con mis palabras, como dicen lo que no te mata te hace más fuerte, pero ser fuerte no significa ser insensible o frió. El juego se me escapó de las manos y para mañana tendré que ir detrás de mí, alcanzarme y ponerme de nuevo en mi lugar.