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jueves, 25 de julio de 2013

La felicidad convertida en una ardilla

El resto de los días procuro no acordarme de mi.

Pero es cierto, cuando perdí las ganas de todo, era miércoles. Como ya todo era inútil, no había otra cosa que aceptar la realidad o el deseo, de lo que apenas era la realidad.

¡Maldita sea! ¡Ha ocurrido! Me imaginaba que esto sucedería.
La ardilla azul ha regresado.

¡Es imposible! Pero después de tanto tiempo, ella me ha buscado a mi.

En ese momento quería correr, escaparme. Pero me contuve y sólo atine a mirarla por un tiempo largo y silencioso.

Empezó a disculparse por su ausencia estos años, dijo también que no esperaba que lo hiciera. Que ha decir verdad tampoco exigiría que la aceptará otra vez en casa.

jueves, 27 de junio de 2013

El Amor Du Du

Candela estaba loca

Cuando conoció a Sótelo,  supo que era el hombre que ella había estado esperando, no era su físico, tampoco su acento. Era la magia de ser parte de alguien. 

Siempre supo que él no la amaba, pero no se resignaba a que su gran amor se alejara. Ahora le pesa tanto el no haberse resignado, que quisiera correr, meterse en las olas y nadar a otra orilla, a otros brazos.

Quisiera sentir, como le besan las mejillas, ojos que la miren con ternura, manos que la toquen con deseo, abrazos que la abriguen, labios que la besen, pero sobre todo, palabras que la enamoren.

Candela estaba loca.
Quería casarse de blanco, con el hombre que no la amaba, Para sentir que algo había válido la pena. Que aunque sea en el recuerdo de los dos, viviría la historia que se vivió.