Existen días que tienen sabor. Bajo los recuerdos, hemos tendido puentes, tratando de llegar a nuestros pies.
Tantas lenguas recorriendo nuestros cuerpos y pocos los besos compartidos. Esos tus ojos oscuros, mirándome en la claridad del amanecer. Me quedo con tu nombre guardado para octubre, y entonces pensare en ti sólo ese mes.